miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿QUÉ SIGNIFICA CONFESAR QUE JESÚS ES EL SEÑOR? Romanos 10:8-11


8  ἀλλὰ τί λέγει; ἐγγύς[1] σου τὸ ῥῆμά[2] ἐστιν,
¿Pero qué dice (la Escritura)? A tu alcance está la declaración,

ἐν τῷ στόματί σου καὶ ἐν τῇ καρδίᾳ σου,  
en tu boca y en tu corazón, 

τοῦτ᾿ ἔστι τὸ ῥῆμα τῆς πίστεως ὃ κηρύσσομεν.
esta es la declaración de fe que estamos proclamando:

9  ὅτι ἐὰν ὁμολογήσῃς[3] ἐν τῷ στόματί σου Κύριον ᾿Ιησοῦν,
Si confiesas con tu boca a Jesús como Señor,

καὶ πιστεύσῃς ἐν τῇ καρδίᾳ σου ὅτι
y crees en tu corazón que

ὁ Θεὸς αὐτὸν ἤγειρεν ἐκ νεκρῶν, σωθήσῃ·
Dios lo levantó desde los muertos, serás salvo:

10  καρδίᾳ γὰρ πιστεύεται εἰς δικαιοσύνην,
Porque con el corazón se cree para justificación,

στόματι δὲ ὁμολογεῖται εἰς σωτηρίαν.
y con la boca se confiesa para salvación.

11  λέγει γὰρ ἡ γραφή·
Porque la Escritura dice:

πᾶς ὁ πιστεύων ἐπ᾿ αὐτῷ οὐ καταισχυνθήσεται.
Todo el que confía en él no será avergonzado.

Texto griego de Nestle-Aland, 27ª edición.
 (Ver notas al texto griego al final).


LA DECLARACIÓN DE FE QUE  PABLO PROCLAMABA

Intentaremos adentrarnos en las palabras del apóstol, de manera de extraer en lo posible, el contenido profundo que conlleva el mensaje de Pablo «esta es la declaración de fe que estamos proclamando:»

“Si confiesas con tu boca a Jesús como Señor,
y crees en tu corazón que
Dios lo levantó desde los muertos, serás salvo”

Para nosotros,  inmersos en nuestra cultura, “creer”  en la resurrección de Jesús resulta algo común y corriente, sin embargo, para un griego y también para un romano en la época de Pablo, creer esto, demuestra una verdadera convicción y el hecho decisivo de abrazar la fe cristiana. El griego, siguiendo la concepción platónica, creía que el cuerpo corrompía al alma inmortal y la vida a la que aspiraban era fuera del cuerpo (cf. Hch.17:32). Por otro lado, para un romano, esta idea de la resurrección también era nueva, pero además abrazar la fe cristiana, no sólo significaba desligarse de la religión, sino también de la vida cívica que formaba parte de la misma religión (la forma de vida en sus casas, las fiestas de la ciudad, etc.).

Por tanto, el primer énfasis que podemos agregar a la lectura de este pasaje (confesar y creer), es que en la mente de Pablo está la idea de abrazar la fe (aoristos ingresivos[4]). Es una ocasión donde se confiesa a Jesús como Señor y se cree que Dios lo levantó desde los muertos, como un acto de adherirse a la fe cristiana, para seguir a Jesús como el Señor (Mesías) de la vida[5].

Si confiesas3 con tu boca a Jesús como Señor…

El término para “Señor” es κύριος, se utilizaba para designar al que tiene dominio, autoridad o pleno poder; lo cual podría ser, un dueño o amo, el emperador o Dios mismo. Es decir, se utilizaba para designar a una autoridad suprema. Podemos comprender como se articulan los términos “confesar – Jesús – Señor” observando Filipenses 2:6-11:

(6)     el que existiendo en forma de Dios…
(7)     se vacío a sí mismo tomando la forma de un siervo…
(8)     ..se humilló a sí mismo siendo obediente hasta la muerte y además  muerte de crucifixión.
(9)     Por esto Dios lo elevó a la mayor dignidad…sobre todo nombre,
(10)   para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra,
(11) y para que toda lengua confiese que Jesús el Cristo es el Señor para    gloria de Dios Padre.
Aquí el término “Señor” (κύριος) se utiliza igualmente para designar la autoridad suprema. Confesar a Jesús como Señor, es darle cabida como tal en la propia vida[6]. Es la obediencia que se hace real en la existencia y hacerlo de otra manera equivale a negarlo (cf. 1Tim.5:8).

Confesar a Jesús como Señor, también ocurre cuando reconocemos y declaramos que Jesús es el Cristo o Mesías, a quien todas las naciones servirán y seguirán sus enseñanzas, para adorar verdaderamente a Dios. Es reconocerlo como el Rey-Salvador de la humanidad, a quien hay que seguir, el que traerá el conocimiento de Dios mismo y la paz a todas las naciones. Lo declaramos y nos adherimos a esto.

En definitiva, “confesar” (ὁμολογέω) conlleva al menos las siguientes ideas:
(1) Declarar, hacer profesión de fe (abrazar la fe de Cristo como Señor).
(2) Invocar su ayuda para salvación (Ro.10:12-13) reconociendo los propios pecados (ver nota 3).

…y crees en tu corazón que Dios lo levantó desde los muertos, serás salvo:
Una de las ideas fundamentales del verbo “creer” (πιστεύω), es confiar en la palabra de otro. Como lo hizo Abraham, que creyó la palabra que Dios le había dado (Ro.4:21-22); en ella esperó y vivió fortaleciéndose en la fe (Ro.4:20). Creer es entonces confiar en que Dios resucitó a Jesús, de manera que esta convicción sirva de fundamento para edificar la esperanza y la propia vida.

En resumen

Si confías en tu corazón que Dios resucitó a Jesús, lo invocas reconociendo tus pecados y declarando que debe ser la autoridad máxima de la vida, esto es, tu luz, tu camino, tu guía. Entonces serás salvo. Es una declaración (u oración) a fin de abrazar la fe en Jesús el Señor (el Rey - Salvador), no importando lo que cueste seguirle por causa de las propias debilidades, sino confiando en la capacidad de Jesús el Mesías de ayudarnos superando los obstáculos en contra de las apariencias –esto es la fe bíblica–.

Pues «el justo por la fe vivirá».


[1] ἐγγύς Adv. Cerca, a tu alcance, a la mano.
[2] ῥῆμά, literal “el resultado de lo que sale”, esto es, lo dicho,  la palabra, el discurso, etc.
[3] ὁμολογέω literal “estar de acuerdo, decir lo mismo”. En el NT se traduce como confesar. No es un simple reconocimiento, pues según Santiago los demonios también pueden creer o reconocer que hay un Dios (Stgo.2:19). “Confesar” conlleva la idea de estar identificado en pensamiento o leguaje, esto es, de confesar adhesión a Cristo como el dueño y Señor de uno, y por otra parte, del auto reconocimiento como su adorador y siervo (Vine). Además, es un término jurídico que tenía la idea de admitir la propia culpa, haciendo una promesa ante en el tribunal, estar de acuerdo y hacer un compromiso respecto de lo que se confiesa. En Platón no es aceptar cualquier opinión –como la masa lo hace– sino que es un asentimiento basado en la convicción. De la confesión solemne en un juicio pasó a la confesión de los pecados ante Dios.  En el AT se usaba para la confesión alabando, cantar en honor [muy similar a confesar públicamente una culpa, también a alabanza relacionada con la como acción de gracia por la salvación]. En los LXX confesar también se traduce “invocar el nombre de Dios” (epikaléo), nótese la equivalencia en los v.9 y 13. Esta muy cerca de “prometer”, “jurar” (Mt.14:7, Lc.22:6), con la idea de “estar de acuerdo” con las exigencias de otro. En He.11:13 tiene la idea de reconocer y confesar “esto es, un reconocimiento público de la fe” (Jn.1:20). En 1Timoteo 6:12 la profesión (homología) pública de la fe (con ocasión del bautismo?), en esta profesión se reconocía a Jesucristo como Señor, a quien Dios ha resucitado de los muertos para salvar a los creyentes. En la profesión de fe del creyente que se aparta de sí mismo y reconoce que todo lo que es y tiene, lo es a través de la acción salvadora de Dios (Bultmann). La vida se promete para aquel cuya vida está de acuerdo con su fe (vive de corazón lo que confiesa con sus labios) –es una confesión sumisa de la fe–. Tito 1:16 “confiesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan”. No es sólo la confesión de Cristo ante los hombres, sino la obediencia que se hace visible en la existencia entera, hacerlo de otra manera equivale a negarlo.  Fil.2:11 “todos confesarán…” es decir, lo reconocerán y le rendirán acatamiento.
[4] Un verbo en aoristo indica una acción sin describir el desarrollo del verbo, es una acción ocasional. Dependiendo del significado del verbo, el aoristo puede describir el inicio de la acción, llamado aoristo ingresivo (en el verbo βασιλεύω, comenzar a reinar, 2Cr.24:1, versión LXX), el cumplimiento efectivo o término de la acción (en el verbo μένω permanecer efectivamente, 1Tim.2:15) o simplemente realizar la acción del verbo en una ocasión (en el verbo ἁμαρτάνω, pecar en una ocasión, 1Jn.2:1).
[5] Nótese la equivalencia entre creer y obedecer de Ro.1:5; 10:16.
[6] Para este cambio de sentido o mentalidad la Biblia emplea el verbo μετανοέω, principalmente en los evangelios sinópticos y en el libro de los Hechos, término que es traducido como “arrepentirse”. Sin embargo metanoéō, es más que “arrepentirse”, es un cambio en la forma de pensar o direccionar la mente. Aquí, Pablo expresa la misma idea utilizando otros términos para ampliar el sentido de lo que esto involucra.

Bibliografía
* Henry George Liddell, Robert Scott, A Greek-English Lexicon.
* José M. Pabón, Diccionario de griego Vox.
* W.E. Vine, Diccionario expositivo.
* Coenen, L. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento.
* Robertson A.T., Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento.
* e-sword, NT griego con Strong: http://esword-espanol.blogspot.com/

sábado, 26 de mayo de 2012

La fe en Jesús

¿Qué entiende Juan por “creer[1] en Jesús”?
El evangelio termina así el capítulo 20:
“…Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios,
y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”[2] (Juan 20:31)

Este versículo sintetiza la idea de «creer» que está en la mente de Juan[3]:
(1)      “…se han escrito, para que crean que Jesús es el Cristo…”.

A.- Se han escrito para que crean
Aquí el verbo “crean[4] puede indicar hacerse creyente o creer en forma permanente (depende del manuscrito que se siga, ver nota 4). Juan ha insistido en mostrarnos lo que verdaderamente significa esto, pues hubo muchos judíos que creyeron –en una oportunidad dada-, pero que en realidad no se hicieron creyentes:

“…Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron[5] en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos…” (Juan 2:23-24).

En Juan 8:31  “a los que habían creído[6] en él”, luego, en el v.44 Jesús les dice “vosotros sois de vuestro padre el diablo”.  Aquí Juan está hablando de aquellos que al mirar lo que hizo Jesús creyeron y en ese estado estaban, sin embargo no se encontraban preparados para “permanecer en su palabra” (v.31), es decir, Jesús mismo y su palabra (mensaje), debían hallar lugar en sus vidas de una manera transformadora (Juan 8:32-36) y así hacerse creyentes[7]. Esto requería «creer que él es el Cristo[8], al que hay que oír u obedecer». De igual modo, en Juan 6:60-61 se mencionan algunos llamados “discípulos”, pero que luego Jesús les dice que “no creen” y luego Juan les llama “no creyentes[9]” (6:64). Por eso Juan agrega:

B.- “…que Jesús es el Cristo…”
Quizás habrás oído a buenas personas decir “…cree en Cristo”, sin embargo cuando Juan habla de “Cristo”, no está pensando en un “nombre”, sino en una “dignidad o cargo”. Creer que Jesús es el Cristo, implica confesar y reconocer que Jesús es:

           i.      El Cristo, el Rey de Israel (Jn.1:41,49) e Hijo de Dios. El rey esperado por Israel (Jn.12:12-16), el gobernador, libertador y restaurador de todas las cosas. Para Juan es el gobernador y libertador del corazón de los hombres (Jn.8:34-36; 18:37), la luz que alumbra a toda la humanidad, cuando le siguen (Jn.1:9; 8:12). El Mesías o Cristo se transforma en rey, libertador y guía para aquellos que le siguen o le dan cabida como tal, en su corazón. Por lo cual, su reinado libertador, no sólo era para Israel, sino para todas las naciones, porque él es “el Rey de reyes y Señor de señores”[10].

          ii.      El Cristo, el Salvador del mundo entero (4:25-26, 42), por su muerte sustituta (3:14-17). Nótese el énfasis en Juan 3:17 “no envió Dios a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.

Creer que Jesús es el Cristo es creer que Él es el enviado por Dios para salvar tu vida, la luz que alumbra tu camino, el libertador y rey del corazón, la vida misma, el Hijo de Dios, a quien hay que seguir y obedecer, porque es el Señor a quien todas las naciones servirán y de quien aprenderán la verdad.

Sólo basta agregar que el término griego que Juan utiliza para “creer” es “pisteúō”, lo que NO es una opinión o una creencia por una tradición[11], SINO confiar en la palabra de otro por lo cual se hace conforme a lo que se dijo. Es como aquel que edifica su propia vida sobre un fundamento que considera firme: “Jesús es el Cristo” y sobre su palabra confío y edifico mi vida.

 Para reforzar esta idea y aclarar la forma real de creer en Jesús como Mesías (Cristo) Juan agrega:


(2)       “…para que creyendo[12], tengáis vida en su nombre.
En la mente de Juan confiar en Jesús como el Cristo, se traduce en hacerse creyente (en forma continua), pues son alimentados con la propia vida de Jesús «Yo soy el pan que da vida[13]» (6:35). Los creyentes le siguen y le aman[14] (14:15-16), y recibirían el Espíritu Santo (7:38-39), siendo enseñados y guiados en forma continua de acuerdo a las enseñanzas del Cristo salvador (14:26).

Le siguen como lo hace un ciego que recobra la vista:

“Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo:
¿Crees tú en el Hijo de Dios…?” (9:35)…
“…Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró” (9:38).
Se prostra en actitud de adoración, sometiéndose ante el Rey de su corazón. Lo toman a él y sus enseñanzas, como medio y camino al Padre (14:1-6).

La confesión está incluida en el pensamiento de la epístola, una confesión que implica adherencia, recibirlo como el maestro y enviado de Dios al cual hay que oír u obedecer (1:49-50, 4:42).  

EN RESUMEN
Creer en Jesús significa, confiar en él como el Cristo, o sea, el rey, señor y salvador del mundo, por lo cual se hace de él, el camino, la luz, la guía para vivir conforme la voluntad de Dios; es su camino al Padre. Como nos dice en 1:12:

pero a todos los que lo recibieron,
a los creyentes en su nombre (dignidad),
les dio la facultad de nacer como hijos de Dios[15].

Juan nos dice que a aquellos que confían de esta manera, Dios les dio el Espíritu de su Hijo, para que se vuelvan desde adentro, en hijos de Dios (1:13). Una buena oración será:
Señor Jesús, te confieso mi salvador,
Rey y luz de mi vida,
confío en tu muerte sustituta en la cruz,
que me libra de condena,
lava mi maldad.
Te entrego mi vida y la edifico sobre tus enseñanzas,
quiero nacer como un hijo de Dios.
Entra a mi vida y comienza a cambiarme,
quiero tu propia vida en mí. Amén.


Bibliografía

·         H.I. HESTER, Introducción al estudio del Nuevo Testamento, Editorial Mundo Hispano, Colombia, 2010.
·         H. PETTER, Concordancia Greco Española, Ed. Clie, España, 2006.
·         NESTLE – ALAND, Novum Testamentum Graece et latine, Deutsche Bibelgesellschaft, Germany, 1986.
·         PAT Y DAVID ALEXANDER, El Nuevo Manual Bíblico Ilustrado, Ed. Unilit, Eslovenia, 2002.


[1] El peso significativo de este verbo se deja ver en la recurrencia de uso, pues aparece 98 veces en este evangelio, si consideramos que en el NT aparece 241 veces (H. Petter), tenemos que aquí se concentra el 40% del uso. 
[2] ταῦτα δὲ γέγραπται ἵνα πιστεύ[σ]ητε ὅτι ᾿Ιησοῦς ἐστιν ὁ Χριστὸς ὁ υἱὸς τοῦ Θεοῦ, καὶ ἵνα πιστεύοντες ζωὴν ἔχητε ἐν τῷ ὀνόματι αὐτοῦ.
[3] Juan está transmitiendo su mensaje con estructuras de pensamiento griego, con un matiz claramente marcado en el aspecto verbal griego.
[4] Pisteú[s]ēte (πιστεύ[σ]ητε). Si se sigue la lectura πιστεύσητε (aoristo subjuntivo), se puede leer “comenzar a hacerse creyente” o “abrazar la fe”. Si se sigue otros testimonios antiguos al parecer el P66vid (reconstrucción) o el Codex Sinaiticus πιστεύητε (presente subjuntivo) la idea de Juan sería “estas cosas se han escrito para que estén creyendo que Jesús es el Cristo”, es decir, que crean en forma continua o reforzando la fe de los que ya son creyentes.
[5] ἐπίστευσαν “creyeron”, Juan usa las formas de aoristo indicativo para señalar un creer ante una situación dada, como una etapa previa a hacerse creyente (forma continua o durativa).
[6] Pepisteukótas (πεπιστευκότας) lo que habían creído (participio perfecto), se refiere que al mirar un hecho concreto que hizo Jesús creyeron y en ese estado se encontraban. 
[7] Este diálogo se extiende y en Juan 8:51 Jesús les dice “si alguno guarda (tērḗsē) mi palabra, de ninguna manera ve la muerte jamás”. El uso del verbo “tēréō” (guardar, vigilar, cumplir), nos muestra que Jesús ve el hecho de hacerse creyente como el acto de tomar su palabra a fin de custodiarla y hacerla real en la vida.
[8] Para entender la concepción Judía de Cristo o Mesías en el AT, léase Gén.49:10, Daniel 7:13-14, Sal.2:8-9, Sal.72, Hch.3:22-23 (Dt-18:18-19). Donde se muestra que el Mesías será Rey y Señor de todos los pueblos, lo cuales le obedecerán y/o servirán desde su ser interior para adorar a Dios y su reino nunca dejará de ser.
[9] Jesús dice: “de entre ustedes hay algunos que no creen” εἰσὶν ἐξ ὑμῶν τινες οἳ οὐ πιστεύουσιν. Juan agrega que “Jesús sabía quienes son los no creyentes τίνες εἰσὶν οἱ μὴ πιστεύοντες. Ambos términos están en presente, es decir  una acción iterativa.
[10] Véase Ap.19:16. Para esta idea además cf. Salmo 2:7-12, Salmo 72; Daniel 7:13-14; y el concepto de “Reino de Dios” en los evangelios sinópticos, donde la venida de Cristo hace que comience la instauración de este.
[11] Para la idea de creer en el sentido de opinión (parecer) usan δοκέω (5:39, 45; 11:13,31,36), suponer οἴμαι (21:25), creer por la tradición o pensar νομίζω (para este verbo no hay ejemplos en este evangelio, véase: Mt.5:17, Lc.3:23, 1Co.7:26, 36).  Por otro lado, el verbo pisteúō utilizado por Juan para “creer”, da énfasis a confiar o creer en la “palabra” de alguien.
[12] Pisteúontes (Πιστεύοντες) creyendo, siendo creyentes (participio presente), indicando una acción repetitiva en el tiempo o en desarrollo.
[13] Aquí es posible traducir ὁ ἄρτος τῆς ζωῆς «el pan de vida», como «el pan viviente, el pan que da vida», es decir, como  un genitivo hebreo, esto es, se adjetiva el genitivo “de vida” por “viviente o que da vida”, construcción frecuente en hebreo que carece de adjetivos (M. Zerwich).
[14] Amar como acto de elección, es decir, por cuanto se confía en él, se le prefiere antes que otras cosas.
[15] Traducción de “ὅσοι δὲ ἔλαβον αὐτόν, ἔδωκεν αὐτοῖς ἐξουσίαν τέκνα Θεοῦ γενέσθαι, τοῖς πιστεύουσιν εἰς τὸ ὄνομα αὐτοῦ…”. “Nombre” (ὄνομα) designa principalmente a la “persona” «los que creen en su persona», con todas sus cualidades “la luz del mundo, el pan de vida, el camino, la verdad y la vida, etc.”, por eso se agrega en paréntesis “dignidad”.

domingo, 1 de abril de 2012

Bástate mi gracia.


El poder transformador de Cristo:
2 Corintios 12:9-10

 (9) …καὶ 1εἴρηκέν μοι· 2Ἀρκεῖ σοι ἡ χάρις μου,
        …y me 1tiene dicho (Cristo): «Mi gracia 2es suficiente para ti,

ἡ γὰρ δύναμις μου ἐν 3ἀσθενείᾳ 4τελεῖται.
porque mi poder 4se lleva a cabo en la 3debilidad».

 Ἥδιστα οὖν μᾶλλον 5καυχήσομαι ἐν ταῖς ἀσθενείαις μου,
Por tanto, con sumo agrado 5me gloriaré en mis debilidades,

 ἵνα 6ἐπισκηνώσῃ ἐπ᾿ ἐμὲ ἡ δύναμις τοῦ Χριστοῦ.
para que 6habite sobre mí el poder de Cristo.

(10) διὸ εὐδοκῶ ἐν ἀσθενείαις, ἐν ὕβρεσιν,
Por lo cual me complazco en debilidades, en afrentas,

 ἐν ἀνάγκαις, ἐν διωγμοῖς καὶ στενοχωρίαις,
en necesidades, en persecuciones y en dificultades

 ὑπὲρ Χριστοῦ·
por causa de Cristo:

ὅταν γὰρ ἀσθενῶ, τότε δυνατός εἰμι.
Porque cuando estoy débil, entonces poderoso soy.

  Texto griego de Nestle-Aland, 27ª edición.
(Ver notas de traducción al final).


INTRODUCCION:

 Este pasaje tiene enseñanzas desafiantes y difíciles de aplicar, al menos para mí, pues requiere por un lado, cambiar nuestra forma de pensar y por otro, direccionar nuestra mente hacia Cristo en el sufrimiento. Usted puede decir ¿Cuándo estoy débil, entonces poderoso soy? ¿Qué quiere decir el apóstol? Para intentar aproximarnos a las palabras de Pablo, veamos el contexto inmediato:

El aguijón de Pablo
En 2Co.12:7
“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente,
me fue dado un aguijón7 en mi carne,
 un mensajero de Satanás9 que me abofetee,
para que no me enaltezca sobremanera;” (RV60)

 …ἐδόθη μοι σκόλοψ7 τῇ σαρκί…
me fue dado un aguijón7 en la carne”  (2Co.12:7).

Pablo llanamente está hablando de «algo punzante que causa dolor en el cuerpo» y la verdad es que, a mi modo de ver, el apóstol Pablo tiene la intencionalidad de dejar ambigua o abierta a la interpretación su declaración, por los siguientes motivos:

(1) La palabra griega σκόλοψ7 (aguijón) en el Nuevo Testamento sólo aparece aquí y en el Antiguo Testamento griego (LXX) aparece 3 veces, Nm.33:55, Ez.28:24, Os. 2:8 (2:6), y se utiliza para referirse a la molestia que causarían a Israel los otros pueblos, el rechazo de aquellos, y en Oseas son las espinas con las que Dios cierra el camino de su pueblo que se ha ido tras los dioses. Sin embargo, es el contexto el que le da la significación y el término en sí mismo sólo significa algo punzante o espina, y aquí en 2Co12:7 es un aguijón en la carne o cuerpo (σάρξ).

 (2) El término 3ἀσθένεια (12:9) en el NT se traduce como debilidad y/o enfermedad (según el contexto), y podría sugerir alguna enfermedad y además dolorosa (7σκόλοψ aguijón, dolor punzante, 12:7) ¿sobre su rostro? (κολάζω abofetear, 12:7) que le hacía sentir abatido. No obstante, en 1 Corintios y 2 Corintios el término 3ἀσθένεια es usado por Pablo para referirse a “debilidad” en general, antes que a “enfermedad”.

 En base a lo anterior, sólo podemos afirmar que «el aguijón de Pablo» podría significar cualquier cosas que produce dolor (físico o sicológico), pero sólo el apóstol tiene la última palabra, pues para él, eso no era lo importante, sino lo que Cristo era capaz de hacer con el «aguijón».  O dicho de otro modo, Pablo quiere que nuestro enfoque sea el correcto, esto es, cualquier cosa que nos haga sentir débiles -nuestro aguijón-, puede ser usado por Cristo como un medio para hacerse fuerte en nosotros porque su “Poder se hace real en la debilidad humana”

La lección del Aguijón
El exceso de orgullo es una dolencia de difícil auto detección, que resulta perjudicial para el ministerio del siervo de Dios: 

“…para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente8, me fue dado un aguijón en mi carne…
(2Corintios 12:7, RV60)

 El término «exaltase desmedidamente» denota la idea de “propasarse en una apreciación”. ¡Cuán dados a la auto exaltación somos los hombres! Peligro que aun el apóstol Pablo podía sufrir. Pero el siervo de Dios que ha pasado por la disciplina de su Señor, es prudente en la forma de calificarse y sólo busca la gloria de Dios y no su auto exaltación o el reconocimiento de los hombres. Nótese la forma en la cual Pablo habla de las visiones que recibió (usa la tercera persona): 
Conozco a un hombre en Cristo,
que hace catorce años (si en el cuerpo,
no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe)
fue arrebatado hasta el tercer cielo…
…que fue arrebatado al paraíso,
donde oyó palabras inefables
que no le es dado al hombre expresar.
De tal hombre me gloriaré;
pero de mí mismo en nada me gloriaré,
sino en mis debilidades.
(2Corintios 12: 3,4,5 - RV60)

 Aquí Pablo intenta subrepticiamente dejar fuera su persona de la gloriosa experiencia de ser llevado al paraíso, para que nadie crea más de él de lo que debe. El punto principal de lo que se quiere expresar, lamentablemente pasa desapercibido para muchos, pues centran su atención el aguijón de Pablo o las visiones gloriosas que recibió. Pero, lo principal de la lección lo podemos resumir como:
DIRIGIENDONOS HACIA UNA PERSPECTIVA CORRECTA
SIN DESVIRSE

(1)  Podemos desviarnos de la perspectiva correcta, cuando no reconocemos el riesgo de la auto exaltación o la exaltación de otros hombres, especialmente cuando son usados de forma especial por Dios.  
(2)  Podemos desviarnos de la perspectiva correcta, cuando no colocamos el centro de la atención en la GRACIA DE CRISTO en nosotros, y no la hacemos la fuente de nuestro orgullo.


Los hermanos de Corinto sufrían de este problema y Pablo ya los había orientado, diciéndoles: “Ninguno se glorie en los hombres…” (1Corintios 3:21). Pues el fin es: “El que se gloría, gloríese en el Señor” (1Corintios 1:31, ver Jeremías 9:24). Más aun, habían llegado a Corinto “falsos apóstoles” (2Co.11:13-15) que se auto vanagloriaban  (2Co.10:12; 11:18) y cuestionaban a Pablo (2Co.10:10-11), de tal manera que lo fuerzan a hablar de sí y “gloriarse” (auto alabarse) pero en la forma como un siervo del Señor lo hace “en sus debilidades”. Pues, la fuente de orgullo y alabanza no está en los hombres, sus hazañas, revelaciones, etc., sino en Cristo y su poder transformador, para la gloria de Dios.   
  
Así, la dolencia de Pablo sirvió para forjar algo infinitamente superior a cualquier dolor que padeciera: 
FORJAR EN ÉL A UN HOMBRE DE DIOS, esto es,
LLENO DE LA GRACIA DE CRISTO.


ANÁLISIS DEL PASAJE:
«Mi gracia es suficiente para ti…» 
(2Co. 12:9a)

Pablo le había pedido al Señor que quitara de su vida aquel “dolor punzante sobre su cuerpo”, pero la respuesta de Cristo el Señor fue:

«Mi gracia es suficiente para ti,
porque mi poder se 4lleva a cabo en la 3debilidad». (12:9a)

 Aquí la palabra clave para comprender el pasaje es GRACIA y lo que se quiere decir con ello.
LA GRACIA es el favor de Dios actuando como todo el poder salvador en Cristo 
…eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos
por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia
con la que nos agració (ἐχαρίτωσεν) en el Amado.
(Efesios 1:5-6, Traducción BJ)

 Con ella “nos agració” “nos hizo aceptos” (ἐχαρίτωσεν), del verbo kharitoō, que significa colmar de gracia «en el Amado». Gracias al Amado (Cristo) somos bien recibidos y Dios nos mira con complacencia, pues en Cristo coloca algo agradable a él en nosotros, olor fragante, sus hijos amados y siente placer (beneplácito) en ello. 

LA GRACIA es la intervención de Dios en el espacio humano, para perfeccionarlo y ser hecho a la imagen del Hijo de Dios por medio del Espíritu Santo, cualidad que por sí mismo el individuo no lo lograría: 

En Juan 1:16:
Porque de su plenitud (πληρώματος) tomamos todos
gracia sobre gracia.
(RV60) 

Es decir, que de su perfecta naturaleza recibimos gracia tras gracia, transformándonos hacia su perfección y completando todo aquello que nos falte. Por eso dice «Mi gracia es suficiente para ti». Pero ¿Cómo ocurre esto?:


«…mi poder se lleva a cabo en la debilidad» 
(2Co. 12:9a)

Los griegos usaban el verbo (teléō) “llevar a cabo” con varios matices sugerentes. Podía usarse para referirse a “llevar a la madurez a un niño”, “llevar a cabo un juramento y cumplirlo”, “ejecutar un documento legal”; y aquí particularmente, es «llevar a cabo el poder transformador (salvador) de Cristo».  

La enseñanza de fondo es: 
El poder divino se hace plenamente visible
y se lleva a cabo
en la debilidad humana. 

El poder de Jesús se hizo evidente sobre las debilidades y enfermedades de los hombres; sanó enfermos y transformó pecadores, porque es allí precisamente donde se ejecuta. Sin embargo, la gracia como poder perfeccionador, es algo que debe ser aprendido (Fil.4:11-13) en las situaciones de la vida y en las debilidades, por eso Pablo dice: 

«… con sumo agrado me gloriaré en mis debilidades,
(2Co. 12:9b)

 “Gloriase” (kaukhómai) indica que es algo de lo que se habla y presume, “alabándose a sí mismo”. Pablo no presumiría de sí mismo como lo estaban haciendo los “falsos apóstoles” en Corinto (10:12), sino de Cristo, y lo que Él hace en medio de sus debilidades.

Por esto, Pablo ve “con el más grande agrado” las debilidades y dificultades, a fin de que acampe sobre él “EL PODER TRANSFORMADOR Y CAPACITADOR DE CRISTO”, y esta sería su fuente de orgullo y jactancia para sí mismo (“…me gloriaré”). Pues sus objetivos estaban puestos en Cristo y ser transformado a su semejanza. El punto de vista de Pablo respecto de las dificultades es muy distinto al que tenemos muchas veces nosotros. Una breve mirada por algunos pasajes nos hará ver esto:


1) 2Ti.4:6 “Porque yo ya estoy para ser sacrificado (lit. derramado en libación) y el tiempo de mi partida está cercano.”(RV60). El imperio romano con Pablo no hará un asesinato o una injusticia, sino que para el apóstol, él va a ser como la libación que se derrama consagrada a  Dios (Nm.15:1-10).
2) Filipenses 3:8 “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo…” Para Pablo comparado con Cristo todas las cosas son consideradas estiércol o desecho” (skýbalon). 

Esta perspectiva sólo es alcanzada por la FE. Así es la fe «Cristo transforma la vida, tanto como lo valoramos, le creemos y se lo permitimos». La pregunta es ¿Cuánto estamos dispuestos a aceptar de buena gana con tal de que Cristo nos perfeccione y capacite?

«…para que habite sobre mí
el poder de Cristo.»
(2Co.12:9b)

 “Para que” (ἵνα) indica finalidad o propósito, esto significa, que Cristo y su poder se hacían real, cuando Pablo se jactaba de su debilidad y le permitía a Cristo fortalecerle. Por el contrario, mientras los hombres se jactan de sí mismo, carecerán del Poder de Cristo. Esta es la gran lección que había aprendido de su «aguijón en la carne».

“…Por lo cual me complazco
en debilidades,
en afrentas,
en necesidades,
en persecuciones
y en dificultades
por causa de Cristo:…” (2Co.12:10a)

Me complazco” (εὐδοκῶ) con la idea de “buena opinión”. El punto de vista o como miramos lo que nos sucede es crucial. Aquí hay un alivio para nosotros: En ocasiones Pablo, no comprendía por qué le sucedían las cosas, pero sabía que el fin último es “El poder transformado de Cristo en la debilidad”. Pablo de esto se complace y tiene buena opinión de lo que le sucede, porque confía completamente en el Señor, y que todo ayudará para este bien último.  

«Porque cuando estoy débil,
entonces poderoso soy.»
 (2Co.12:10b)

 Cuando Pablo estaba en una situación de debilidad, entonces poderoso era en Cristo, porque su poder le fortalecía, ya que su mirada y objetivo estaban puestos en Cristo. En esto ya estaba ejercitado, como un atleta o un  soldado que se prepara para la batalla.

La expresión  «poderoso soy» demuestra la estrecha relación de Pablo y Cristo que le fortalece, pues con esto quiere decir «poderoso soy en Cristo» o «Cristo me hace fuerte en la debilidad». 

LA PARADOJA DE LA GRACIA. La gracia de Dios se muestra mejor en las situaciones de debilidad. Como Pablo nos señala en 2 de Corintios:

 “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios
que se ha dado a las iglesias de Macedonia;
que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo
y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
                                 (2Corintios 8:1-2, RV60)

 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo,
que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico,
para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
                                 (2Corintios 8:9, RV60)

Es en la debilidad humana donde se muestra más claramente el poder de Cristo. Es allí donde hay que invitar a Cristo para que nos transforme y muestre al mundo que es real en quien le abre su corazón para ser transformado.

Finalmente, las palabras de Pablo siguen el modelo de los grandes hombres de Dios en la Biblia, que daban GLORIA A DIOS EN LAS DIFICULTADES. Ellos no sólo soportaban el sufrimiento pacientemente, sino que lo hacían dando gloria a Dios. Esta es la perspectiva de la fe (estar firme) bíblica, como se ve con Abraham (Romanos 4), con Job, Pablo y Silas en Filipos (Hch.16) o con Habacuc (al final de su libro); teniendo "la mirada puesta en el galardón" (Hebreos 11:26).


NOTAS AL TEXTO GRIEGO
¹ εἴρηκέν perfecto ind. ac. 3ra. p. sing. de εἴρω:  decir, comunicar, anunciar, mandar. El sentido del tiempo perfecto es que “ya le tiene dicho y en ese estado de orden están las cosas”.
2  Ἀρκεῖ presente indicativo activo 3ra. pers. sing. de ἀρκέω ser suficiente, socorrer (+ dativo). ἀρκεῖ σοι ἡ χάρις μου “Mi gracias es suficiente para ti” (DHH, Vulgata: “sufficit tibi gratia mea”), “bástate mi gracia” (RV60, NVI). La acción del verbo está en presente (durativo), es decir, “la gracias del Señor, en forma constante socorre en la debilidad”.
3 ἀσθένεια, debilidad, enfermedad. Se traduce de ambas maneras en las 24 veces que aparece en el NT. Enfermedad: Mt.8:17, Lc.5:15, 13:11, 12, Juan 5:5, 11:4, 1Ti.5:23, etc. Debilidad: Ro.8:26, 1Co.2:3, 15:43, 2Co.12:5, 9, etc.
4 τελεῖται presente pas. ind. 3ra. p. sing. de τελέω, pasivo: realizarse, cumplirse, llegar a ser realidad.
5 καυχήσομαι futuro medio 1ra. p. sing. de καυχάομαι: Intr. gloriarse, ufanarse. Aquí con la idea de alegrase mucho y jactarse para sí mismo.
6 ἐπισκηνώσῃ subjuntivo aoristo activo de ἐπισκηνόω: aposentarse, poner su habitación.
7 σκόλοψ: Espina, aguijón, dolor punzante. Sólo aparece 4 veces en la biblia griega,  en Nuevo Testamento griego solamente aquí y en el Antiguo Testamento griego (LXX) el término es usado 3 veces,  Nm.33:55, Ez.28:24 y Os. 2:8, para referirse al desprecio o rechazo de otros, sin embargo, es el contexto el que le da esa significación, y el término en sí mismo, sólo significa algo punzante o espina.
8 ὑπεραίρωμαι subjuntivo presente medio 1ra. p. de ὑπεραίρω: MED. enorgullecerse, excederse, rebelarse (Vox). Levantarse a uno mismo (Liddell).
9  Un mensajero de Satanás (ἄγγελος Σατανᾶ). Si bien algunos, como J. McArthur, opinan que se refiere a una persona demonizada (dolencia sicológica) y no a una enfermedad física -por el uso habitual del término “ángelos” (ἄγγελος) para referirse a ángeles-; mi opinión es que podría referirse a cualquier tipo de aflicción, como por ejemplo las que vemos en el libro de Job (provocadas por Satanás). Pues el apóstol Pablo deja bastante abierta sus palabras, más aun al señalar su aflicción como «espina en la carne».

Bibliografía
* F. Yarza, Diccionario griego-Español.
* Diccionario de griego Vox.
* Robertson A.T., Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento.
* e-sword, NT griego con Strong: http://esword-espanol.blogspot.com/
* H. Peter, Concordancia Greco Española.
* H. Liddell, R. Scott. A Greek-English Lexicon.