miércoles, 24 de noviembre de 2010

TRANSFORMADOS DE GLORIA EN GLORIA: 2 Corintios 3:17-18


(17) ὁ δὲ Κύριος τὸ Πνεῦμά ἐστιν·
Pues el Señor es el Espíritu;

ο δὲ τὸ Πνεῦμα Κυρίου, ἐλευθερία.
y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.

(18ἡμεῖς δὲ πάντες ἀνακεκαλυμμένῳ¹ προσώπῳ
Pues todos nosotros con el rostro sin velo¹

τὴν δόξαν Κυρίου κατοπτριζόμενοι²
mirando como en un espejo² la gloria del Señor 

τὴν αὐτὴν εἰκόνα μεταμορφούμεθα³  ἀπὸ δόξης εἰς δόξαν
somos transformados³ a la misma imagen de gloria en gloria,

καθάπερ ἀπὸ Κυρίου Πνεύματος.
según lo que proviene del Espíritu del Señor.

 (Ver notas de traducción al final)


El Espíritu trae libertad y nos transforma
“…y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad”.

   Hay libertad para tener acceso a Dios, en comunión íntima por medio de Cristo, donde él transmite su propia “vida” y cualidades de una vida perfecta (como el amor) a través de su Espíritu, en un modo cada vez más creciente. En el Salmo 63 el rey David habla de la sed de Dios, como símbolo de una experiencia vital con él y el objeto de la contemplación son las cualidades del Señor, así su corazón se iba haciendo cada vez como el de Dios.

“Pues todos nosotros con el rostro sin velo¹
mirando como en un espejo² la gloria del Señor 
somos transformados³ a la misma imagen de gloria en gloria

   Pablo ha señalado que por Jesucristo es quitado el velo, al conocerle convirtiéndose a él. “Con el rostro sin velo (develado)” significa estar viendo la realidad misma de Dios por sí mismo, aunque “como en un espejo”; es evidente, pues andamos por fe y no estamos mirando al Señor en forma directa: “…Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara.” (1Corintios 12:2a. RV60)

  El apóstol juega con el doble significado del verbo κατοπτρίζομαι² -katoptrízomai- “mirar o reflejar como en un espejo”. Al estar buscando contemplar por la fe la gloria del  Señor, su presencia ilumina nuestro ser interior, dejando al descubierto lo hay y lo que debemos ser (Jn.3:21), y así, somos transformados a su misma imagen por la presencia del Cristo reinante en el ser interior. Lo que se contempla es la grandeza y perfección del carácter del Señor, especialmente reflejado en el evangelio.

  Entonces, la gloria aquí debe ser comprendida como “el reflejo del mundo celeste”, de Dios en la persona de Jesucristo. El modelo celestial que reflejamos, así como los cielos están sobre la tierra, es infinitamente inalcanzable por las fuerzas humanas, por eso Pablo dice: “Ya no vivo yo, sino vive Cristo en mí” (Gál.2:20). Pues es la sublime imagen del mismo Dios.

“mirando como en un espejo² la gloria del Señor
somos transformados³ a la misma imagen de gloria en gloria

  El término μεταμορφούμεθα³ (metamorfoúmetha “somos trasformados”), no alude a un cambio ideológico, sino a una transformación total, a una renovación de todo el ser del hombre. Es una metamorfosis, un cambio completo en la estructura y el ser, que lo preparan o adaptan para un nuevo ambiente: “El mundo celestial, en la presencia de la gloria de Dios”.

  Dicha metamorfosis, no comienza en la resurrección, sino que el creyente es llamado a experimentar un cambio progresivo “de gloria en gloria”, es decir, de un estado de gloria a otro mayor, “viviendo en pos de la transformación”, hacia la misma sustancia que su Señor y Salvador. Por decirlo de otra manera:

  «Dios podía haber elegido transformarle en cualquier cosa apta para estar con él, pero eligió el mejor modelo y el que más amaba: el prototipo de su propio Hijo».

  Por medio de la fe, el creyente toma posesión del poder del Cristo resucitado, haciendo real la palabra de Dios, creciendo hacia el conocimiento pleno (epignosis) del nuevo hombre.

Finalmente,
“…según lo que proviene del Espíritu del Señor.”

  Significa que así es como el Señor, el Espíritu, actúa en la vida. Es la forma normal que se espera de un creyente que vive mirando al Señor, reflejando en forma creciente el carácter del Hijo de Dios.

  Resumiendo:
  Todos nosotros juntos como un cuerpo, estamos en el mismo proceso, teniendo libertad para entrar en una comunión íntima con Dios, contemplando por fe como en un espejo la perfección del carácter del Señor. Si se lo permitimos, la gloria de Dios en la faz de Jesucristo, ilumina nuestro ser interior dejando al descubierto lo hay y lo que debemos ser; así, estamos siendo metamorfoseados por la acción del Espíritu, en una forma cada vez más creciente a la misma imagen gloriosa.

  NOTAS AL TEXTO GRIEGO
¹ ἀνακεκαλυμμένῳ: es participio perfecto, “develado”, “descubierto”.  Es decir, sin el velo.
² κατοπτριζόμενοι: “mirando como en un espejo”, “reflejando como en un espejo”, es una acción continua o repetitiva. Es un participio medio (hace la acción por su propio interés) de κτοπτρον (espejo) + -ίζω (hacer o frecuentativo de la acción). Literal: hacer la acción del espejo “Como mirando o reflejando”. Las distintas traducciones  usan ambos significados.  A.T. Robertson en el comentario al texto griego, indica que en Filón se entiende como “mirar en un espejo” y el Plutarco como “reflejar”. Según el contexto del pasaje y su referencia a Moisés, está claro que tiene ambas ideas “estar con la cara sin el velo mirando al Señor para luego reflejar su gloria”.
³ μεταμορφούμεθα: se traduce “transformar”, “transfigurar”.  Este verbo indica, no sólo un cambio exterior, sino un cambio de forma y estructura.
ἀπὸ δόξης εἰς δόξαν:  “de gloria en gloria” o también “desde la gloria hacia la gloria”. Aquí -por el contexto- somos transformados de un estado de gloria hacia otro mayor.
καθάπερ, lo mismo que, como. κατά (según, conforme) + un reforzativo. En 2Co.3:13 (según, como) “y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro…”.

sábado, 13 de noviembre de 2010

NACER DE DIOS: Juan 1:12-13


NACER DE DIOS: Juan 1:12-13

Recibir para volverse hijo
(12) σοι δὲ λαβον¹ αὐτόν,
pero a todos los que lo recibieron¹,
δωκεν αὐτοῖς ἐξουσίαν² τέκνα Θεοῦ γενέσθαι³,
les dio la facultad²  de nacer³ como hijos de Dios,
τοῖς πιστεύουσιν εἰς τὸ νομα αὐτοῦ,
a los creyentes en su nombre (dignidad),

Engendrados por Dios
(13)  ο οὐκ ἐξ αἱμάτων,
los cuales no fueron engendrados6 de un linaje,
οὐδὲ ἐκ θελήματος σαρκὸς,
ni por deseo de carne,
οὐδὲ ἐκ θελήματος ἀνδρὸς,
ni por deseo de varón,
ἀλλ᾿ ἐκ Θεοῦ ἐγεννήθησαν6.
sino de Dios.

(Ver notas de traducción al final)

Estos versículos nos enseñan algunas verdades muy hermosas, aunque este tesoro aparece un tanto oculto al leer en español, trataremos brevemente de transmitir las ideas contenidas en la forma más sencilla:

I.   Recibir para volverse hijo de Dios (v.12)
Pero a todos los que lo recibieron
-Recibieron (ἔλαβον¹) - es visto como un evento pasado, ya ocurrido, y que de acuerdo a las ideas que transmite este verbo, se puede decir aquí: “ir a tomar para recibir al haber comprendido”. Son aquellos que no solo reciben pasivamente, sino que van a tomarlo porque han comprendido quién es Jesús y el valor que tiene para sus vidas.

Digno de destacar son las formas verbales (aspecto verbal) que aparecen:
“a todos los que lo recibieron(pasado -puntual-)
a los que creen en su nombre” (estado -continuo-)

Es decir, son aquellos que lo tomaron o recibieron una vez en su vida y
que son y siguen siendo creyentes. No son aquellos que sólo en un momento recibieron al Cristo, sino que además tienen la cualidad de seguir siendo creyentes. Este énfasis es muy claro en el evangelio de Juan, pues en varias ocasiones muestra a “discípulos” (Juan 6:60-66) o “algunos que habían creído” (Juan 8:31-44), que nunca fueron en realidad creyentes (en un estado continuo).

…a los creyentes en su nombre (dignidad), es decir, a los que creen en Jesús como el Cristo o Rey Salvador, que viene a libertar, ser luz y guía, Señor y maestro, de todos los que le reciben como tal.

“les dio la facultad de nacer como hijos de Dios”
Es interesante notar que el sujeto que realiza la acción es el “Logos” o “Verbo” (Jesús). Él, “dio”, un evento pasado, la facultad de volverse en hijos de Dios, una vez que lo tomaron para sí.

El término “facultad” (ἐξουσίαν) es muy rico en significados: “poder, facultad, libertad”. Dando a entender que se volvieron hijos de Dios, con plenos derechos y libertades. Pero también con el poder de reflejar a su Padre, pues en ellos ya está la “genética” del progenitor que los ha engendrado:

II.   Un hijo de Dios, es aquel engendrado por Dios (v.13)
“los cuales no fueron engendrados6 de un linaje,
ni por deseo de carne, ni por deseo de varón,
sino de Dios”.

Nos centraremos en el verbo “fueron engendrados” (es algo ya ocurrido en el pasado). El verbo (γεννάω-gennáo) se traduce como engendrar, dar a luz, producir. El origen o procedencia, de este evento es desde Dios mismo (que lo produce por su Espíritu). El verbo engendrar (lat. in-generare) está emparentado con este verbo griego, por la raíz “gen” (de donde viene la palabra “genes), como diciendo “generar por dentro o generar desde el interior”.

A cuantos recibieron a Jesús, Dios le dio de su Espíritu, transmitiendo su naturaleza -su genética- para transformar desde el ser interior a los creyentes, en hijos de Dios, otorgándoles la libertad, el poder y derechos que poseen como tal.


NOTAS AL TEXTO GRIEGO
¹ λαβον: “recibieron” es un tiempo pasado aoristo (al igual que δωκεν dió), que ve la acción del verbo como un hecho puntual, ya ocurrido en el pasado. Según el contexto, puede tener la idea de: tomar, recibir, apoderase, acoger, comprender.
² ἐξουσίαν: facultad, poder, derecho, autoridad, posibilidad, licencia, libertad, desenfreno. El sentido primario denota “derecho, facultad, autoridad para actuar con libertad”, pues viene de un término que significa “estar permitido” y denotando “libertad de acción”, “derecho de actuar” (Vine). En el NT también contiene la idea de “poder”.
³ γενέσθαι: “ser hecho”, “nacer”. El infinitivo aoristo ve la acción del verbo (γίγνομαι) como un hecho puntual, por eso, parece mejor traducir “ser hecho” o “nacer”, en lugar de “ser” (continuo) o “haber llegado a ser”, que apunta más a una acción resultativa.
τοῖς πιστεύουσιν: “a los que creen o a los creyentes”, visto como una acción presente y continua (o que se repite). Es decir, a los que ahora son y siguen siendo creyentes.
αἱμάτων, plural, literal “de sangres”, figurativamente “estirpe, raza, linaje”. Como la forma española “Caballo de pura sangre” por “caballo de cierta raza”.
6 ἐγεννήθησαν, “fueron engendrados” visto como un evento ya ocurrido en el pasado. El verbo (γεννάω) se traduce como engendrar, dar a luz, producir. La preposición ἐκ indica el origen o procedencia, esto es, desde Dios se produce esto (por su Espíritu). Es un verbo pasivo, cuya acción recae sobre el sujeto “los cuales”, por eso se traduce al español “los cuales fueron engendrados…”.

martes, 9 de noviembre de 2010

VIVIR EN LA FE DEL HIJO DE DIOS: Gálatas 2:19-20

Estos versículos están interrelacionados entre hechos y resultados, así el v.19 puede ser visto como “La obra salvadora de Dios sobre el creyente” y el v.20, como “El efecto de la fe en la vida del creyente”.

Además, la fe y la práctica están perfectamente equilibradas: “vive dentro de mí” aquel que por amor se dio en la cruz en favor de otro.

Crucificado juntamente con Cristo
(19)  ἐγὼ γὰρ διὰ νόμου νόμῳ ἀπέθανον,
Porque yo por medio de la ley he muerto para la ley,
να Θεῷ ζήσω.
A fin de que viva para Dios.
Χριστῷ συνεσταύρωμαι¹· 
Con Cristo estoy juntamente crucificado¹:

Cristo está viviendo en mí
(20)  ζῶ δὲ οὐκέτι² ἐγώ, ζῇ δὲ ἐν ἐμοὶ Χριστός·
Por tanto ya no² estoy viviendo yo, sino Cristo está viviendo en mí;
δὲ νῦν ζῶ ἐν σαρκί³,
y lo que ahora estoy viviendo en el cuerpo³,
ἐν πίστει ζῶ τῇ τοῦ υἱοῦ τοῦ Θεοῦ
lo vivo en la fe, en la del Hijo de Dios
τοῦ ἀγαπήσαντός με καὶ παραδόντος ἑαυτὸν ὑπὲρ ἐμοῦ.
que me amó y se entregó a sí mismo en lugar de mí.
(Notas de traducción al final)


I.   Crucificado juntamente con Cristo (v.19)
El apóstol indica que a través de la fe en el evangelio, ya ha sufrido el castigo del pecado “Con Cristo estoy juntamente crucificado¹”. No se trata de la auto negación (aunque la idea puede estar contenida), sino de la posición en la que ha sido puesto por estar unido con Cristo, indicando definitivamente una acción salvadora completa respecto de la ley. Aquí llama la atención el uso del tiempo perfecto, como si dijese: ya fui crucificado con Cristo y en ese estado se encuentra lo que fui sin él. Este tiempo verbal da énfasis al resultado permaneciendo en el presente de una acción ya realizada. Para Dios, Saulo, ya ha muerto con Cristo en la cruz y permanece en ese estado de condenación: “estoy juntamente crucificado”.

El morir para la ley a través de la cruz de Cristo, tiene como fin (ἵνα) poder vivir para Dios. La salvación en el texto bíblico jamás es vista, sólo como el hecho de ser libre de condena del pecado (al morir en la cruz con Cristo), sino como un medio para poder vivir una vida nueva junto con Cristo, cuyo modelo en su esencia más simple y pura, nos lo revela Pablo a continuación:

II.   El resultado: Cristo viviendo en mí (v.20)
Aquí está el modelo del discipulado:
Por tanto ya no estoy viviendo yo, sino Cristo está viviendo en mí”.

Pablo lleva a cabo en su vida, lo que Dios ya hizo con él en la cruz, esto es, hacer morir el YO, como centro de operación para su vida, desplazándolo por el CRISTO viviente dentro de él, para que reine y lo guíe.

El YO es aquel hombre carente de Cristo, viciado de deseos que se rebelan en contra de Dios y que buscaba satisfacerse a sí mismo en lugar de mirar por otros.  El nuevo hombre “Cristo viviendo en ” representa un YO que ama y se da a sí mismo por amor. Cuyo modelo es infinitamente inalcanzable por las fuerzas humanas:

"Cristo, el que siendo igual a Dios en todos y cada uno de los aspectos, no estimó retener todas las igualdades con Él, vaciándose de su gloria y tomando la forma de un hombre, sometido a las fuerzas de la naturaleza y la humanidad, y estando en aquella condición tan pequeña, se humilló más aún, siendo inocente de toda culpa, se hizo obediente hasta dejarse clavar en una cruz”. (Paráfrasis de Filipenses 2:5-8).

Para Pablo hacerse Cristiano, es clavar a ese viejo hombre y tomar a Cristo para hacerse uno con él, siguiendo el ejemplo de obediencia hacia Dios y de amor hacia el prójimo, mostrado en la cruz. Asentando así el modelo de vida cristiana: “Morir a la antigua manera de vivir sin Cristo, negándose a sí mismo para dejar que el Cristo viviente reine en uno”.

III.   Vivir en la fe ἐν πίστει”  (v.20)
Antes de abordar el tema, es necesario comprender correctamente lo que se quiere decir con “fe” (πίστις). Proviene del verbo πείθω, y se quiere transmitir la idea de “uno que está persuadido por la palabra de otro, por lo cual obedece o actúa conforme a lo acordado”.

Aquí entonces, significa vivir a la luz de la obra de Cristo, el que se dio por amor. Es creer y vivir de acuerdo al modelo de la cruz de Cristo.

La preposición “ἐν” (en) literalmente significa “dentro”, como si se estuviera diciendo “ahora vivo en el ámbito de la fe”, es el espacio o contorno delineado dentro del cual vive el Apóstol.

La oración:
“…τῇ τοῦ υἱοῦ τοῦ Θεοῦ τοῦ ἀγαπήσαντός με καὶ παραδόντος ἑαυτὸν ὑπὲρ ἐμοῦ”. “…en la del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo en lugar de mí”. Esta limitando, no cualquier fe, sino “la del Hijo de Dios” e indica el lugar de donde nace y su característica esencial “me amó y se entregó a sí mismo en lugar de mí”.

A partir de la oración τοῦ ἀγαπήσαντός με καὶ παραδόντος ἑαυτὸν ὑπὲρ ἐμοῦ “que me amó y se entregó a sí mismo en lugar de ⁵” podemos definir la acción “amar”. Es visto como “un hecho”,  darse en lugar del otro, sufriendo el castigo por el bien del pecador.

El corazón del evangelio es el amor en acción. Resulta imposible para el pensamiento humano, y es por eso que Pablo dice “Ya no vivo yo, sino vive Cristo en mí”. Es necesaria la presencia de Cristo y su gracia, para fortalecer al creyente y transformarle, siguiendo las pisadas de Jesús: “Donde se realiza la muerte del hombre pecador para levantar la vida del hombre justo, de acuerdo a un modelo celestial”.

El apóstol finalmente, nos quiere transmitir:
Saulo ya ha muerto, pero además, con un fin: que la vida de Cristo se manifieste en todo su esplendor. De ningún modo dejará a la naturaleza egoísta vivir o tomar poder de su vida; sino sólo al nuevo poder, al de Cristo viviendo en él, como modelo, maestro, vida y Señor.

NOTAS AL TEXTO GRIEGO
¹συνεσταύρωμαι: (tiempo perfecto, una acción completa cuyos resultados siguen en el presente) ya he sido crucificado y en ese estado permanezco. También: “he sido juntamente crucificado” (aunque esta traducción pierde la fuerza del resultado existiendo en el presente). No es una condición en la cual a sí mismo se puso (voz pasiva), sino una condición resultante de la salvación.
² οὐκέτι: de ningún modo, ya no.
³ σαρκί: carne, cuerpo, ser vivo, hombre. Es la carne o cuerpo con toda su debilidad humana.
ἀγαπήσαντός καὶ παραδόντος: “que me amó y se entregó”, están visto como un evento, esto es, el amor expresado al entregarse en la cruz del calvario, en favor mío (ὑπὲρ ἐμοῦ). Otra traducción: “el que después amarme también se entregó a sí mismo por mí”.
ὑπὲρ ἐμοῦ, por mí, en socorro de mí, a favor de mí, en lugar de mí.

RIOS DE AGUA VIVA - Juan 7: 37b -38

UN ENCUENTRO CON UN CRISTO VIVO  

…ἐάν τις διψᾷ, ἐρχέσθω1 πρός με καὶ πινέτω.
…si alguien tiene sed, venga1 a mí y beba,

      ὁ πιστεύων2 εἰς ἐμέ, καθὼς εἶπεν ἡ γραφή,
el que cree2 en mí, como dijo la escritura,

ποταμοὶ3 ἐκ τῆς κοιλίας αὐτοῦ ῥεύσουσιν4 ὕδατος ζῶντος5.
 ríos3 de agua viviente5 brotarán4 desde su interior.

(ver notas de traducción al final)


COMENTARIO
Estas palabras dijo Jesús “acerca del Espíritu, el que estaban a punto de recibir, los creyentes en él” (v. 39) y comenzamos con una pregunta:
¿Por su interior corren ríos de agua viva?

PRIMERO: DEBE TENER SED: “si alguien está sediento…”

Lo que Jesús nos quiere decir es que para responder afirmativamente debemos tener sed. Sin sed no hay búsqueda. La sed es una necesidad básica y diaria.

Pero ¿Sed de qué?
Sed de hacer lo que Dios quiere (Mt.5:6) y que nos hace buscarle. Es un deseo de una vida con un Dios real, que transforma al hombre a través de Jesucristo.

Del modo en que el ciervo
desea ir en busca de los manantiales de aguas,
así Dios, mi alma  desea buscarte a ti.
Mi alma tiene sed del Dios viviente;
¿Cuándo vendré y seré visto por el rostro de Dios?
(Salmo 42:1-2 traducción versión LXX)

Entonces, haga de Cristo su necesidad, una sed que transforma la vida. Es la promesa para todo aquel que está persuadido y obedece a Jesús.

SEGUNDO: DEBE IR A BEBER A LA FUENTE CORRECTA:
“…venga a mí y beba,”

Dice Jesús: Venga a mí y beba…. Primero nos detendremos en el símbolo del agua.

Con agua Jesús se refiere a la “vida eterna” o “existencia que proviene de Dios, en forma de comunión y cualidades de una vida perfecta (como el amor) que son transmitidas al receptor a través de su Espíritu”.

“…pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna." (NBLH)

Significa además que los caudales de vida y comunión con Cristo nunca se acaban y ni la muerte la puede cortar:

“y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”
Juan 11:26,  Traducción NBLH

Segundo, no hay nadie en este mundo, ni religión que pueda dar lo que el Cristo viviente ofrece a todo el que en él cree. Es vida que sólo él puede dar, a través de una experiencia de fe con un Cristo real. No es un cristianismo de reglas, conductas, actividades, cosas que se hacen, SINO VIDA ABUNDANTE que proviene de la fuente misma, que es Cristo.

TERCERO: BRATARÁN CAUDALES DE AGUA QUE DA VIDA: “ríos de agua viviente brotarán desde su interior”

Lo que está diciendo es que es un tipo de agua viviente, vivificante, que fluye desde el interior del Señor y el que recibe de esa agua, también se convierte en una fuente desde la que brotan caudales de vida, sirviendo de fuente para otros. Es un agua que brota, se escapa y alcanza a otros. Jesús en el fondo nos está diciendo que en él, encontramos LA FUENTE DE LA VIDA ETERNA.

Resumiendo, debe haber una búsqueda real, basada en una necesidad. Ud. debe venir para encontrarse con el Cristo viviente, para ser transformado. ¿Cómo?
1) Venga siempre a Cristo.
2) Beba de él, a través de la fe, esto es, dirija su confianza en las palabras de Cristo haciéndolas partes de su vida y  sígalo con fidelidad, pues él es la fuente continua de vida que nunca falla. Hallará sentido, dirección y el poder del Señor para ayudarle a vivir la vida que Dios quiere.
3) Bien enfocado, porque Cristo nos ofrece un solo tipo de agua: La que brota de Él, no de religiones o activismo. Su mente y corazón abiertos para que Cristo sea incorporado a su vida.
4) Así, a través de la confianza en él, puede recibir los caudales de agua viviente para que broten y alcancen a otros, pues él en sí mismo, es la fuente y la fuerza para vivir.

NOTAS AL TEXTO GRIEGO
1 ἐρχέσθω, imperativo presente medio 3ra. persona singular: “(él) venga”. Que venga por sí mimo, por su propio bien. El uso del presente en estos 2 imperativos “venga” y “beba”, están haciendo énfasis en que Cristo es la fuente continua donde se va a beber y así brotarán ríos de agua vivificante.
2 ὁ πιστεύων: El que cree, visto como una acción continua. El artículo “ὁ” junto a este participio presente de “creer, confiar” se utiliza para indicar alguien específico o  algo genérico, aquí es “Todo el que cree” “Cualquiera que cree” (en Jesús). El verbo πιστέυω proviene del verbo (Peithō) que significa “persuadir, obedecer, ser persuadido” (dependiendo de la voz). No se refiere a “suponer, parecer, creer algo vago, tener la intención”; sino que es uno que cree porque está persuadido y obedece. Es interesante notar que el medio de la persuasión es la palabra, es decir, confío, obedezco, soy persuadido por la palabra de otro, en este caso “Jesucristo”.
Se utiliza la preposición εἰς (en, hacia) en lugar de ἐπί (en, sobre) para indicar la dirección del movimiento, es decir, la fe o mejor « la confianza o fidelidad», debe estar dirigida “εἰς ἐμέ” hacia mí (Cristo), para que los ríos de agua viviente sean reales.
3 ποταμοὶ, ríos, corrientes, canales.
4 ῥεω (Réo): Correr, manar, fluir, emanar, salir, brotar, escaparse (Diccionario vox). ῥεύσουσιν (futuro) “brotarán, fluirán, se escaparán”.
5 ζάω (Záo): Vivir, estar en vida, estar en vigor, vivificar, dar vida (Diccionario vox). ζῶντος, es un participio presente, es decir, cumple la función de “adjetivo verbal” de la palabra “Agua”. Diferenciándose del adjetivo (viva), en que además indica una acción continua (aspecto verbal). Traduciéndose mejor que “Agua viva” como “Agua vivificante”, “Agua viviente”, “Agua que da vida”.