sábado, 20 de julio de 2019

LA GRAN COMISION - Parte I


La gran comisión: Id y haced discípulos a todas las naciones: Mateo 28:18-20  

(18) καὶ προσελθὼν ὁ ᾿Ιησοῦς ἐλάλησεν αὐτοῖς λέγων·
y acercándose Jesús les habló diciendo:

ἐδόθη μοι πᾶσα ἐξουσία ἐν οὐρανῷ καὶ ἐπὶ γῆς.
Toda facultad me fue dada en el cielo y en (sobre) la tierra.

(19)  πορευθέντες¹ οὖν μαθητεύσατε² πάντα τὰ θνη³,
Por consiguiente, habiendo ido¹ hagan discípulos² a todos los pueblos³,

βαπτίζοντες αὐτοὺς εἰς τὸ νομα τοῦ πατρὸς
bautizándolos en el nombre del Padre,

καὶ τοῦ ἱοῦ καὶ τοῦ γίου πνεύματος,
del Hijo y del Espíritu Santo,

(20) διδάσκοντες αὐτοὺς τηρεῖν πάντα σα ἐνετειλάμην ὑμῖν·
enseñándoles que observen todo cuanto les ordené a ustedes:

καὶ ἰδοὺ ἐγὼ μεθ᾿ ὑμῶν εἰμι πάσας τὰς ἡμέρας
Miren, yo con ustedes estoy todos los días

ως τῆς συντελείας τοῦ αἰῶνος.
hasta el fin del mundo. 

  Texto griego de Nestle-Aland, 27ª edición.
(Ver notas de traducción al final).

Comentario

Intentaremos abordar el pasaje de acuerdo a la estructura de las palabras del Señor y el proceso desarrollo que observamos:
1)     Autoridad, mandato y alcance.
2)     Forma en que se realiza.
3)     Promesa y finalización.  

1) Autoridad, mandato y alcance “Toda facultad me fue dada en el cielo y en (sobre) la tierra. Por consiguiente…”

Jesús dice que por el Padre le ha sido dada toda “facultad” (ἐξουσία), tanto en el cielo como en la tierra. En griego, el sentido del término denota “derecho, autoridad para actuar con libertad”, “estar permitido”. En el texto bíblico, contiene  también la idea de “poder”.

Esta facultad o poder, no sólo es para encargar la gran comisión a sus discípulos, sino también para cumplirla, llevando cabo las promesas mesiánicas del Antiguo Testamento, que tienen directa relación con todos los pueblos y su señorío en ellos.  Para comprender a cabalidad la gran Comisión, no se debe perder de vista que en la mente del Señor está el cumplimiento de las Escrituras (véase Lucas 24:44ss), énfasis propio además, del evangelio de Mateo.

Comenzaremos por Daniel 7:14, que presenta una gran similitud con el pasaje de Mateo que estamos estudiando (véase también en la versión griega Septuaginta6):
“Y le fue dado dominio sholtán, gloria y reino,
para que todos los pueblos,
naciones y lenguas le sirvieran Pāláḥ;
su dominio es dominio eterno,
que nunca pasará,
y su reino uno que no será destruido”. (RV60)

Al Mesías le será dado “dominio o señorío” (Strong H7985, hebreo sholtán) término que la versión griega Septuaginta6 traduce ἐξουσία (facultad). El fin de este este dominio es “para que todos los pueblos” le “sirvan” (Strong H6399, hebreo Pāláḥ). En la Septuaginta “servir” se traduce λατρεύω (latreúo) y δουλεύω (douleúo).  λατρεύω (latreúo) tiene la idea de servir con un matiz de servicio cultual, religioso o interior y δουλεύω (douleúo) servir, estar sometido (L. Coenen). Ambos términos tienen un sentido de servicio de obediencia dirigido hacia Dios. En este caso, se quiere decir que el Mesías, será el Señor de todos los pueblos, quienes le servirán desde su ser interior para adorar a Dios.

Llamar a Jesús “Señor” o llamarse “siervo de Jesucristo”, no fue una invención del apóstol Pablo, sino que obedece a la clara compresión de la potestad que le fue dada al Mesías (Cristo).  El concepto de Señor o soberano, queda comprendida en la inmensidad de la sabiduría divina en “la cruz de Cristo”. Pues Él (Jesús) es Señor y nos enseña a ser siervos, porque él mismo fue siervo, haciéndose obediente hasta la muerte, y el creyente siguiendo sus pisadas camina hacia el cumplimiento de las escrituras. Además, el amor expresado en la cruz, hace servirle desde el corazón, constriñéndonos a la obediencia.

En Génesis 49:10, lo presenta como a quién obedecen los pueblos:
“Nadie le quitará el poder a Judá
ni el cetro que tiene en las manos,
hasta que venga el dueño del cetro,
             a quien los pueblos obedecerán Trad. DHH.
(hebreo “Yeqahá obediencia, enseñanza –Pr.30:17–)

 El Mesías, es el Rey que gobierna a todas las naciones, en torno a quien se congregan, aprenden sus enseñanzas y obedecen. A la luz Mt. 28:19-20, el señorío de Cristo, comprende la obediencia a sus enseñanzas (ser discípulo), transformándose así en el guía, luz de la vida, del bien, de la justicia y la paz.

Creo que esta concepción mesiánica de “Señor”, es la que tiene en mente el apóstol Pablo, cuando dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” Romanos 10:9 (RV60). Apreciándose así, la estrecha relación entre el señorío de Cristo y la fe.

Salmo 2:8-9 “Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes; ¡los harás pedazos como a ollas de barro!" (Trad. DHH). En este texto nuevamente el Mesías aparece como Rey, a quien se le dan como posesión personal las naciones, y que gobernará hasta el último rincón del mundo. Aquí además, traerá juicio sobre quienes no se sometan a su reino de justicia “quebrantando a los reyes con cetro de hierro”.

El alcance del gobierno mesiánico es mundial, no sólo visto en forma global, sino en los grupos étnicos o agrupaciones humanas, unidos ya sea por una lengua, por el linaje o el territorio (véase Ap.7:9).

Nótense el alcance de la promesa mesiánica, hecha a Abraham en Génesis 12:3: “…por medio de ti bendeciré a todas las familias (mišpāh̩āh) del mundo.” (Trad. DHH). En el hebreo “mišpāh̩āh”, plural “mišpeh̩ōh”, son los clanes, familias, subdivisión de una tribu. Una traducción más libre podría decir “bendeciré a todos los grupos humanos...”. El alcance es la medida de la bendición y el amor de Dios, esto es, para cada una de grupos de familias que hay en la tierra (ver mišpāh̩āh en Gn.8:19 “grupo; especie”; Gn.10:5,20,32 “familia”; Gn.10:18 “familia” de los cananeos; Gn.24:38 pl. “parientes”, etc.).

Habiendo ido hagan discípulos: Mateo 19:19

 “Habiendo ido”, “siendo llevados” (voz pasiva) indica que no van por su propia cuenta, sino que son enviados o guiados por algo, esto es, por el Señor, su orden o por el Espíritu Santo. No hay lugar para el orgullo y el sometimiento de otros, pues ellos están bajo autoridad e impulsados por ella. No avanzan con arrogancia, sino que son los transportados y enviados, son humildes servidores de su Señor.

La orden (imperativo) es “hacer discípulos”, que obviamente se cumple después de haber ido. Ahora cabe tocar el aspecto verbal del pasaje:
“habiendo ido…” (Participio aoristo voz pasiva)
 instruyan como discípulos…” (Imperativo aoristo)
Estos verbos en la lengua griega (aoristo) están visto como un evento (puntual) y no como un proceso en desarrollo o repetitivo.

Pero, “bautizando” (participio presente voz activa)
y, “enseñando” (participio presente voz activa)
Son adjetivos verbales vistos como un proceso (durativo) o una acción repetitiva.

Es como si Jesús dijese:
“Toda facultad me fue dada…Por consiguiente, mi proyecto y orden es que, una vez que vayan hagan discípulos a todos los pueblos. ¿Cómo lo harán? Deberán hacer un programa de enseñanza de todas las cosas que les enseñé a ustedes (los apóstoles) y estarán siempre bautizando a los nuevos creyentes y preparando nuevos discípulos. Hagan esto con todos los grupos humanos (unidos por una lengua, región, raza, etc.), ¡Miren! Yo con ustedes estoy todos los días hasta el fin del mundo”.

El ejemplo de obediencia a esta orden, se ve en el apóstol Pablo cuando predicaba por un tiempo en una región, luego dejaba a algunos de sus colaboradores con los nuevos creyentes ayudándoles y él se iba a otro lugar. En cada zona intentaba dejar una iglesia que seguía con la enseñanza y bautismo de nuevos creyentes, pero Pablo continuaba para llenarlo todo con el evangelio. 

Poco se ha hablado de los dones y su relación con el progreso de la gran comisión, donde los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Ef.4:11), están íntimamente relacionados con el cumplimiento de esta magna labor. Los apóstoles y profetas han colocado el fundamento (Ef.2:20), los evangelista llevan la proclamación del evangelio, y los pastores y maestros, continúan el ministerio, bautizando y enseñando en detalle todo lo que nos ha sido ordenado por el Señor. Los otros dones también son dados para el cumplimiento de la gran comisión, amándonos como él nos amó, ayudándonos, orando unos por otros, obedeciéndole en todo para ir creciendo hacia su perfecta imagen.

2) Forma en que se realiza “Hacer discípulos”. …bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que observen todo cuanto les ordené a ustedes…

Bautizar7 y enseñar, son vistos como un proceso durativo o repetitivo. En el texto griego se está destacando el hecho del bautismo y la enseñanza en su repetición. Del ejemplo del apóstol Pablo, creemos que apunta a la formación de iglesias, que a su vez son capaces de seguir la obra entre sus iguales, enseñando y bautizando a los nuevos creyentes.

Enseñando a τηρεῖν (observar, guardar, cumplir) “todas las cosas que Jesús les ordenó a sus apóstoles”. Los estudios bíblicos, la escuela dominical, predicaciones, etc. apuntan a mirar en detalle las palabras del Señor para cumplirlas, y así también se está obedeciendo a “la gran comisión”.

La acción continua de estos verbos (bautizar y enseñar), tienen el fin de enseñar y que a su vez los discípulos puedan enseñar a otros. La aplicación directa: Si ud. enseña, pero no los está preparando para que a su vez estos enseñen a otros, entonces sus objetivos están incompletos.

Se debe hacer notar, que toda la enseñanza debe tener a Cristo (el Mesías) como el Maestro y Señor. Es una enseñanza Cristo céntrica, basada en las Sagradas Escrituras, donde aprendemos a caminar en las pisadas de Jesús, sirviéndole como el Señor de todas las naciones, que nos guía desde lo más interior del ser a través de su Espíritu Santo, para “adorar a Dios en espíritu y en verdad”. En consecuencia, la enseñanza debe ser primordialmente neotestamentariaenseñándoles… todo cuanto les ordené…”.

Por lo tanto, la primera labor del que pretende obedecer a Jesús en la gran comisión, es hacer de él, el Señor de la vida, aprendiendo a obedecer todo lo que ordenó, para ir y enseñarlo a otros.

3) Promesa y finalización “Miren, yo con ustedes estoy todos los días hasta el fin del mundo”. 
ἰδοὺ ¡Miren! El término se utiliza para poner atención a lo que se va a decir (es un imperativo, literal ¡Mira!). Es como subrayar o hacer notar lo que se va a decir: “Yo con ustedes estoy todos los días…”.

Estaré junto a ustedes (o en medio de ustedes) en esta tarea, como ayudante y Señor. Por tanto, siempre y cada vez que se hacen discípulos, se bautiza, se enseña a guardar todo los que nos mandó, Él está allí en medio. Hasta que se complete la tarea y llegue el fin del mundo.


NOTAS AL TEXTO GRIEGO
¹ πορευθέντες Participio aoristo pasivo “habiendo ido, después de ir”, literal: “siendo llevados”, es decir, el sujeto recibe la acción del verbo. La voz pasiva de este verbo (poreúō) se traduce como ir, marchar, viajar, irse, alejarse, dejarse llevar (Diccionario Vox). En la Biblia griega (AT, NT) sólo en voz media y pasiva. El verbo pasivo se usa con la idea de ir, por algo que impele (Lc.1:39 “lit. fue llevada”, en la LXX Gn.21:19 “fue”-por agua-), que motiva (Lc.19:12 “fue a tomar un reino…”) o en respuesta a una orden o instrucción (Hch.8:27 se levantó y se fue; debido a la instrucción que le había dado el ángel, ver también LXX Gn.22:3). El participio pasivo de este verbo, como en Mt. 2:8, se utiliza como respuesta a una orden “enviándolos a Belén, dijo: "Vayan y busquen con diligencia…” más literal “habiendo ido busquen cuidadosamente…”. En Mt. 9:13; 11:4; 21:6; 22:15; 27:66, la acción siempre está motivado por  algo, especialmente un mandato. Aquí Mt.28:18-19, es en virtud de su autoridad, “después de ir -para obedéceme- instruyan como discípulos a todos los pueblos”.
² μαθητεύσατε imperativo aoristo “hagan discípulos, instruyan” es decir, ve la acción como un evento. No es una acción durativa o iterativa, a diferencia de “bautizándolos  y enseñándoles” (presente continuo).
³ ἔθνη banda, grupo, enjambre, pueblo, raza, linaje, casta. Es un grupo de individuos con las mismas características.
τηρεῖν infinitivo presente de τηρέω (teréo), “percibir, observar, guardar, vigilar, custodiar, cumplir”.
ἐνετειλάμην, aoristo medio indicativo de ἐντέλλομαι (entél-lomai), mandar, ordenar, encargar. Usa el aoristo (acción puntual), pues se está refiriendo a cumplir cada una de las cosas que ordenó.
6  Septuaginta, LXX ó versión de los 70: traducción del A.T. hebreo al griego, hecha por los judíos de Alejandría, entre el 280 al 200 a.C. aprox. La versión crítica de Rahlfs-Hanhart de la Septuaginta, presenta 2 versiones griegas para Daniel 7:14, compárese la similitud con Mt.28:19-20:
a)      καὶ ἐδόθη ἀυτῷ ἐξουσία, καί πάντα τὰ ἔθνη τῆς γῆς κατὰ γένη καὶ πᾶσα δόξα αὐτῷ λατρεύουσα· …“y le fue dado potestad y también todos los pueblos de la tierra según las razas y toda gloria que le adora:…”
b)      καὶ αὐτῷ ἐδόθη ἡ ἀρχὴ καὶ ἡ τιμὴ καὶ ἡ βασιλεία, καὶ πάντες οἱ λαοί, φυλαί,
γλῶσσαι αὐτῷ δουλεύσουσιν· “Y le fue dado el gobierno, la honra, el reino, y todas las naciones, tribus, lenguas le servirán:…”
7 La formula trinitaria se encuentra también en los textos extra bíblicos más antiguos, y es evidente la alusión a este pasaje, véase por ejemplo la Didajé, fechada cerca del 100 d.C. “Bauticen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Didajé, 7.3).

Bibliografía
* Diccionario de griego Vox
* Diccionario de Hebreo Stong
* Diccionario de hebreo Bíblico, Moisés Chavez
* Los Padres Apostólicos, J. B. Lightfoot (referencia a la Didajé, nota 7).